Si mañana llegara una nave espacial, con un montón de alienígenas, y preguntaran “¿Qué es lo que los iguala como especie?” habría infinidad de respuestas.
Muchos dirían la inteligencia, aunque está sobradamente probado que si fuera un rasgo distintivo de la humanidad seriamos nosotros quienes estaríamos visitando otro planeta.
Otros dirían la conciencia de sí mismos. Un verdadero avance evolutivo que hasta ahora nos permitió reconocernos en espejos de aguas sin ahogarnos en el proceso (palazo para vos, estúpido Narciso).
Muchos dirían la inteligencia, aunque está sobradamente probado que si fuera un rasgo distintivo de la humanidad seriamos nosotros quienes estaríamos visitando otro planeta.
Otros dirían la conciencia de sí mismos. Un verdadero avance evolutivo que hasta ahora nos permitió reconocernos en espejos de aguas sin ahogarnos en el proceso (palazo para vos, estúpido Narciso).
Yo me atrevo a diferir. Lo que nos iguala como especie y nos hermana con la gran mayoría del resto de las especies es que somos mamíferos. Nuestro rasgo distintivo es que chupamos tetas. Nacemos y lo más importante del universo es una teta. Se nos va la vida por una teta!
Somos dependientes de la teta que nos brinda lo que necesitamos para vivir.
Crecemos y decimos que no necesitamos más teta. O nos destetan. Pero siempre volvemos. Algunos se obsesionan con tetas ajenas. Otras se obsesionan de conseguir algún upgrade en las propias.
Pero somos tetadependientes.
Pero somos tetadependientes.
La sociedad es dependiente de la teta del siglo de las luces: el contrato social. La asociación entre la teta y el que la chupa.
Acá estamos, mendigando calor, ternura y alimento de un apéndice graso con glándulas.
Acá estamos, mendigando calor, ternura y alimento de un apéndice graso con glándulas.
Si mañana llegara una nave espacial, con un montón de alienígenas, y preguntaran “¿Qué es lo que los iguala como especie?” no habría infinidad de respuestas.
Creo que nos llevaríamos el dedo a la boca en la añoranza teteril y con la sabiduría que solo los actos reflejos tienen succionaríamos con nerviosismo y avidez esperando que la existencia solo haya sido una pesadilla.
Creo que nos llevaríamos el dedo a la boca en la añoranza teteril y con la sabiduría que solo los actos reflejos tienen succionaríamos con nerviosismo y avidez esperando que la existencia solo haya sido una pesadilla.
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